lunes, 20 de agosto de 2012

EL AMIGO ROBERTO PLANTA




FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO; EN HONOR A SUS 64 AÑOS, ESTA SEMBLANZA DE ROBERT PLANT ESCRITA HACE TIEMPO POR ENRIQUE JONTEF PARA LA REVISTA LLEGAS

Terry Reid no estaba muy convencido del ofrecimiento que le había hecho Jimmy Page. En realidad Reid, cantante de Peter Jay & The Jay Walkers, tenía otros planes, que no eran precisamente los de unirse a una banda que ni siquiera estaba formada todavía. No obstante, Terry le sugirió a Jimmy que si quería un cantante para ese futuro grupo fuese a ver a un muchachito rubio de voz aguda y estridente que participaba de una banda llamada Hobbstweedle. Un veinteañero apellidado Plant.
Robert Anthony Plant, nacido en 1948 en West Bromwich, Sttafforchire siempre estuvo vinculado con el canto. A la temprana edad de trece años comenzó un peregrinaje por distintas agrupaciones. Lo que siempre le interesó a Robert fue el blues y el sonido de la costa oeste americana. Y era innegable que el estilo de cantantes negros como Sonny Boy Williamson y Bukka White influían sobre su estilo vocal. Robert cantó en varios grupos antes de cruzarse en el camino de Page, entre ellos The Crawling Kingsnake Blues Band (donde tocaba la batería un chico llamado John Bonham), Black Snake Moan y The Delta Blues Band.
En 1966 Robert formó el grupo Listen con un contrato con CBS de 3 singles pero no pasó nada. Luego estuvo con The Band Of Joy, donde también tocaba Bonham. Pero todo fue demasiado inestable y la ruptura se produjo a mediados de 1968. En ese tiempo Robert ya había colaborado también con el  músico de blues, Alexis Corner. Cuando Page lo invitó a sumarse al proyecto “Lead Zeppelin” (tal el nombre original, luego modificado por “Led”), Plant ya tenía bastante experiencia como frontman.
Hacía falta un baterista y, claro está, Robert no se olvidó de su amigo y así “Bonzo” Bonham pasó a formar parte del cuarteto junto con el bajista y pianista John Paul Jones.
Se encerraron en un estudio y con sólo treinta horas de grabación surgió Led Zeppelin I. Desde ese primer registro quedaron claras dos cosas: la primera que los “gritos y susurros” de Plant iban a ser una marca registrada del grupo y en segundo lugar la incidencia del aporte compositivo de Robert. Allí comenzarían a reflejarse las obsesiones de Plant, una mezcla de fantasía,  esoterismo y su pasión por Tolkien.
El cantante cultivaba un estilo ambiguo pero avasallador sobre el escenario; camisas desabrochadas, jeans ajustados, micrófono siempre en mano izquierda y ademanes sugerentes con la derecha. Además un absoluto dominio vocal para interpretar blues, reggae, rock fuerte y baladas. Los rankings estadounidenses e ingleses mostraban a Zeppelín siempre al tope. Pero en la vida de Plant sobrevinieron problemas y tragedias casi sin solución de continuidad.
Un accidente de auto sufrido en Grecia junto a su esposa en medio de las presentaciones de Physical Graffiti, en 1975, obligó a la cancelación de la gira. Con Plant fracturado en el tobillo y en el codo, las grabaciones para el disco Presence las hizo sentado en una silla de ruedas. Pero el peor golpe para Robert se produjo en 1977, cuando a causa de una infección estomacal falleció Karac, el hijo de Robert de tan sólo 6 años. Fue un golpe letal para Plant que le generó un estado de semiretiro y  alejamiento de los escenarios. Los rumores de una separación del grupo se hicieron evidentes. Sin embargo siguieron juntos, sacaron un nuevo disco y dieron un recital memorable en Knebworth ante más de doscientas mil personas. Pero un año más tarde moriría Bonzo Bonham  y Robert y Jimmy entendieron que ya no había forma de seguir adelante.
Plant lanzó su carrera solista con éxito manteniendo su estilo; hubo, eso sí algún tipo de reencuentro con Jimmy Page (como el de la fiesta de los cuarenta años de Atlantic Records o en No Quarter, un delicioso trabajo acústico del dueto).
En www.robertplanthomepage.com puede encontrarse información detallada del blondo cantante y su actualidad. Ahí podemos verlo un poco más viejo que EN aquellas épocas en las que Robert Plant (o “Roberto Planta” como graciosamente fue rebautizado en estos pagos) se transformaba cada sábado de trasnoche en el amigo entrañable de un grupo de devotos incondicionales. Esos que visitaban el cine Lara de Avenida de Mayo cada vez que se proyectaba “La canción es la misma” solo para ver, una y otra vez, a Roberto en acción.

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